martes, 18 de octubre de 2011

Más mitología en el Roca

Timmy estaba sentado en un asiento cuadruple del tren, y es cierto que la pensaba, y es cierto que ocurrieron, llamémosle milagros, y es cierto, probablemente cierto, que los milagros hayan ocurrido de tanto pensarla, el caso del vendedor de revistas para colorear a Ben 10 que debió deshacerse de todas ellas tras notar que mientras daba su discurso y Timmy lo miraba, o ella lo miraba, ella que ocupaba la materia gris de Timmy, o acaso había coloreado la materia gris de Timmy también, tal como hizo con todas las revistas de Ben 10 que el vendedor incrédulo debió tirar, y así se sucedieron los milagros, sopas de letras y autodefinidos convertidos en poemas de Girondo, medias de tres pares por diez pesos que cobran vida como personajes de la Alicia de Svankmajer, para culminar con las Guías T transformadas en instructivos de cómo localizarla, con todos los colectivos que podrían arrimarlo, dejarlo, aunque sea a un par de cuadras de su alma.

2 comentarios:

  1. Con razón el Roca se pone a veces tan lindo...

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  2. Al estilo de Timmy pero con más corazón. Yo sonreí a medida que lo leía, que sé yo, me parece que eso es bueno.

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