lunes, 5 de septiembre de 2011

Atentado

Él no buscaba ser un genio de la literatura universal, su objetivo era bastante menos pretencioso, o no, su objetivo era casi de índole terrorista, inmolarse en el papel, dejando las palabras malheridas, con lingüistas disfrazados de bomberos buscando sobrevivientes debajo de los escombros, con siervos de la inteligencia buscando algún dispositivo explosivo en otras partes, en otros papeles, en bibliotecas de todo el mundo , con una gota de sudor cayendo a la altura del cuello, dubitativos ante los manojos de cables blancos y amarillos que brotan de los dispositivos como venas, con escritores deportados en cada aeropuerto, eternamente interrogados en migraciones por academicistas que portan garrotes, videos, videos al revés, de atrás para adelante, con el satanismo del cangrejo, con poetas adjudicándose los ataques, y todo el desparrame propio del atentado, que no puede terminar de otra manera que no sea con el testimonio del único sobreviviente, un viejo librito de poemas de Bukowski de una casa de usados.

2 comentarios:

  1. Siempre me gusta que vaya y vuelva y vaya y vuelva y luego cierre bella o trágica o extrañamente.

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  2. Che ¡quiero mi ejemplar de la revista!

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