viernes, 21 de enero de 2011

Real

Esta es la banda que se lo toma todo (y lo vomita), mientras un cordobés en patineta lucha por un boleto, una extraterrestra me arranca una sonrisa por un mensaje de texto, un diariero combate el tedio con Pappo’s Blues, tomá, una estampita, de San Jorge, un pibe de veinte recolecta monedas repartiendo la estampita, para comprarle tabaco a su hermano menor, de unos siete años, que felizmente ingiere una naranja. Luego, el pánico, el abandono, la caminata indecisa, que conduce a una pizzería, un palacio de la pizza, que respeta esa costumbre de sentirnos un poco monarcas, aunque sea de una boludez, aunque sea de nuestra propia pizza. El palacio, tiene algo de gimnasio, pero en un sentido inverso, y mientras las personas comen la pìzza de paradas, se miran al espejo, cual gimnasta con sus mancuernas, en el medio un poco de aceite mancha una camisa a cuadros, pero no importa, en lugar de endurecerse los bíceps, la flaccidez se impone en el abdomen. Un rumano se refugia de Rumania, durmiendo en una calle de Argentina, pidiéndole monedas a un turista, o por qué no, a la mujer bondadosa que pasea orgullosa su perro de tres patas, que casi es pisoteado por los empleados del subte que terminaron su jornada laboral y suben las escaleras con la exaltación con la que un buzo retorna a la superficie luego de que la mochila de oxígeno se agotó.
“Gatita y sus hermanas salvajes serán tus mejores amantes, real, $30”, y se aclara, y se dice “real”, sabiendo que en toda aclaración se impone un “no, un momento, un momento, no es lo que pensas, te aclaro, no es la normalidad, es esto otro”, se nos aparece lo real, la gatita y sus hermanas salvajes, reales, tu te imaginarás, que irreales son la gatita y sus hermanas, pero no, y lo más lindo de toda esta realidad, es que la patrocina un hombre de rulitos con una remera de Iron Maiden que se desprende del panfletito tan real, con tanta repugnancia, que desde mi lugar no me queda otra opción que aplaudirlo.

1 comentario:

  1. "un palacio de la pizza, que respeta esa costumbre de sentirnos un poco monarcas, aunque sea de una boludez, aunque sea de nuestra propia pizza." Que importante se nos aparece eso, ser dueños de algo que significa tener el control de algo, porque todo lo demás se está yendo al carajo. Es tan real tu texto que el "tu" me descolocó. Todo lo demás: very good y very real (no quiero coartarte, pero el real leelo en castellano).

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