domingo, 27 de noviembre de 2011

Para ir en contra de: Los optimistas, los documentalistas y los deportistas extremos

Cuando lo peor avecina trae consigo el, y bueno, hay que remarla, sin embargo lo veo tan impreciso, tan lejano, lejos de la solidez de una canoa, del movimiento coordinado de los dos remos, del preciso lugar de destino.
Cuando lo peor avecina debería traer consigo un, y bueno, hay que flotarla, en el mar tempestuoso, con los tiburones jaguares merodeando. a veces nadando perrito y otras con un flotador color pastel, flota flota que le dicen, mientras los aviones sobrevuelan, sin ningún rescatista, con alguna consigna fachistoide anunciada en altoparlantes, y los tiburones se sacian, momentáneamente, con los recuerdos del hombre flotante, que pronto ni siquiera recordará por qué está ahí. Todo mientras viajo de espaldas en el tren, con la sensación de estar en una montaña rusa plana, sin impulso, pero con la capacidad de hacer vomitar más que cualquier otra.

1 comentario:

  1. Que zarpado, de lo más declaradamente pesimista que leí acá, pero genial, genial. Me reí un poco en el medio con "nadando perrito" y "hay que flotarla". Pero después fue puramente pesimista, lo juro.

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